señorita no
HEGEMÓNICA
Reflexión crítica de moda
SINOPSIS
Señorita no hegemónica es un texto académico que corresponde a pensamientos íntimos y reflexivos sobre el papel que juega la moda como idea de un acontecimiento canónico, una crítica política a un sistema predominantemente estructurado en congraciar la belleza aspiracional dejando en la exclusión aquello denominado minoritario, una postura propia en la que el indumento ha sido fundamental para mi desarrollo identitario y a su vez una inspiración para escribir cada una de las palabras que acompañan este relato.
FRAGMENTOS DE UNA SEÑORITA NO HEGEMÓNICA
En Latinoamérica somos el resultado de un proceso de mestizaje en el que se entrelazaron las tradiciones indígenas y la cultura europea para dar forma a nuestra identidad que conserva las cicatrices de la tortura de ser un pueblo adoctrinado; somos la polución que contamina lo que alguna vez fue considerado una riqueza hídrica u mineral, estamos inmersos ante una posible autodestrucción, los cánones de belleza cada día son más cercanos a una utopía y la fantasía se convierte en una aspiración; como dijo Shirley Campbell “No éramos negros hasta que entramos en contacto con los europeos, éramos sólo personas”.
Durante la historia se ha asociado el canon de la belleza femenina al dolor o incomodidad, el verse frente a un espejo siempre ha implicado una constante comparativa en relación a los estándares impuestos por la medía, durante la época victoriana la mujer estaba sometida a cumplir como parámetro social el uso del corsé, indumento fabricado con barbas de ballena las cuales tallaban la piel y generaban deformación en la anatomía estructural del cuerpo; en el paradigma contemporáneo latinoamericano podemos ver como aún siguen en juego ciertos estándares que debe asumir la figura femenina como por ejemplo, en el rol de ser una reina de belleza, incluso cuando se pretende vender una inclusión que llega a sentirse forzada, pues son solo las subcategorías jerarquizadas en posiciones más altas dentro de la cascada de privilegios las que pueden tomar una posición dentro de dichos certámenes, lo que sugestiona una pregunta propia que es ¿Cuándo habrá una verdadera inclusión?, pues si el propósito de la belleza radica en su temporalidad como lo indican las teorías de las artes, hace asumir de dichas figuras esbeltas con vestidos despampanantes la posibilidad de ser una fábula dentro de un contexto en el que una mujer clase media solo podría anhelar a llegar a ser desde lo contemplativo.
En Colombia desafiar al canon es una decisión que puede costar la vida; la imagen de la mujer transgénero que utiliza minifalda de denim que circula por las calles del barrio Santa Fe desafía los paradigmas de una sociedad que tiene asumida como autoridad a las figuras mitológicas que son los hombres “machos”, pues entre más bellas se conciben hay mayor discriminación; es inconcebible ver como día a día se hacen así mismas y deciden rechazar una estética impuesta, creando narrativas propias con dialectos propios de su comunidad, alejándose de lo que una prisión imaginaria quiso hacer de ellas y realzando una propia identidad.